Más de 39 millones de personas ya han votado en unas elecciones en que se decidirá el control del Congreso y de varias gobernaciones clave en las elecciones
WASHINGTON — Los republicanos parecen encaminados grandes victorias en las elecciones legislativas del martes en medio del desencanto de los estadounidenses de la administración del demócrata Joe Biden por la crisis que enfrenta el país, la alta inflación que parece no ceder y la delincuencia.
Entretanto, los demócratas liderados por el presidente Joe Biden y sus dos predecesores demócratas más recientes – Barack Obama y Bill Clinton – afirman que una victoria republicana, según ellos, "socavaría" la democracia estadounidense.
Los votantes podrían reprender al partido que controla la Casa Blanca y el Congreso en medio de la creciente inflación, la preocupación por la delincuencia y el pesimismo sobre el rumbo que lleva el país con la administración demócrata.
Más de 39 millones de personas ya han votado en unas elecciones en que se decidirá el control del Congreso y de varias gobernaciones clave.
Biden se dirigía a hacer campaña en los suburbios de Nueva York el domingo mientras los expresidentes Barack Obama y Bill Clinton hicieron sus últimas apariciones el sábado.
El representante Sean Patrick Maloney, director de campañas políticas demócratas en la Cámara baja, está en una reñida contienda por su escaño en el norte de la Ciudad de Nueva York. Sin embargo, el domingo insistió en que los demócratas “tendrán un mejor desempeño el martes de lo que la gente cree”. Añadió que su partido “no es perfecto” pero “somos adultos responsables, que creemos en la democracia”.
El partido demócrata es señalado de estar dominado por la extrema izquierda, ser blando con las dictaduras de Cuba y Venezuela. A ello se suma la crisis económica que enfrenta Estados Unidos.
Maloney recurrió al mensaje del miedo en un intento de atraer electores, pero al parecer ese mensaje no ha encontrado eco, las encuestas revelan que los republicanos podrían ganar las dos Cámaras en el Congreso. “Creo que esta contienda será sumamente reñida y creo que todos los que estén preocupados por el extremismo de este movimiento MAGA, tiene que salir a votar, y no me refiero solo a los demócratas, también los independientes y los republicanos razonables”, expresó Maloney en el programa “Meet the Press” de la NBC, en referencia al eslogan “Make America Great Again” ( “Hagamos grande a Estados Unidos otra vez”) del expresidente Donald Trump.
El senador republicano Rick Scott, jefe de las campañas republicanas para el Senado, respondió: “Tenemos candidatos maravillosos y la gente está saliendo a votar”.
“No hay energía en el lado demócrata”, aseguró Scott en NBC. “Esta elección es sobre la agenda de Biden”.
Trump realiza una concentración en Miami el domingo, y espera que buenos resultados el martes le den impulso para una posible campaña presidencial suya en el 2024. Se espera que en los próximos días o semanas Trump haga su anuncio sobre la candidatura.
Scott participa en ese encuentro. Pero no están invitados el gobernador republicano de Florida Ron DeSantis, quien busca la reelección frente al retador demócrata Charlie Crist y quien es considerado un posible rival de Trump para la candidatura presidencial.
En Pensilvania, el sábado por la noche, Trump dijo que esperaba que el Partido Republicano tuviera “una victoria histórica” en las elecciones intermedias.
Según la mayoría de las mediciones, Trump sigue siendo fácilmente la figura más popular del Partido Republicano. Pero muchos partidarios de Trump están ansiosos por la posibilidad de que DeSantis se presente, ya que lo ven como un sucesor natural de Trump, sin los considerables negativos políticos de éste.
Trump se ha quejado en privado de que DeSantis no ha dicho que se retirará de la contienda. DeSantis, que se convirtió en una figura nacional muy popular entre los conservadores durante la pandemia al oponerse a las restricciones del COVID-19, comparte los instintos pugilísticos de Trump.
Giro al Congreso
Para los demócratas nacionales, la atención se centra en el destino de su estrecho control de la Cámara y el Senado.
De acuerdo con las encuestas, los votantes podrían reprender al partido que controla la Casa Blanca y el Congreso en medio de la creciente inflación, la preocupación por la delincuencia y el pesimismo sobre el rumbo del país. La historia sugiere que el partido en el poder sufrirá importantes pérdidas en las elecciones intermedias.
El discurso de Biden, cuya imagen se mantiene con altos niveles de desaprobación, con solo un 40% de aprobación, se centra en la defensa de los principales "logros" legislativos de su gobierno, al tiempo que advierte de que el derecho al aborto, el derecho al voto, la seguridad social y Medicare están en peligro si los republicanos toman el control del Congreso.
Biden, criticado por el mal manejo de la economía y el incremento de gastos a la nación con políticas clientelistas al mejor estilo del socialismo, ha recurrido al discurso del temor y al incremento de la división en el país, en un intento de atraer el voto.
Obama, que se unió a Biden en Filadelfia el sábado, señaló que generaciones de estadounidenses murieron por la democracia y dijo: “No se puede dar por sentado”. El propio Biden dijo: “Tenemos que reafirmar los valores que nos han definido durante mucho tiempo”.
En un mitin en Nueva York para la gobernadora Kathy Hochul, que está en una apretada batalla por la reelección, Clinton dijo que la pérdida del control de la Cámara y el Senado por parte de los demócratas tendría “enormes consecuencias”.
La presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, dijo que los demócratas eran “negadores de la inflación”.
“Si recuperamos la Cámara y el Senado, es el pueblo estadounidense el que le dice a Joe Biden, queremos que trabajes en nuestro nombre y queremos que trabajes con el otro partido para resolver los problemas que estamos tratando”, dijo McDaniel en el programa “State of the Union” de la cadena CNN el domingo.